En el Imperio romano, un castrum (en plural castra, una fortaleza) era un campamento militar romano. Originalmente, un castrum es una fortificación celta que semeja un castillo rodeado de una muralla circular en la cima de una colina. Los romanos usaron luego el término para designar sus campos militares, que eran rectangulares.
Los campos romanos siempre fueron edificados conforme a un cierto modelo, con dos pasos principales que se cruzaban: el "Cardo Maximus", que se extendía al norte y al sur, y el "Decumanus Maximus" al este y al oeste, lo que dividía el campo en cuatro partes iguales. Las avenidas acababan en cuatro portales. El foro se ubicaba en la intersección del Cardo Maximus y el Decumanus Maximus.
El resto de las calles y construcciones se hallaban paralelas a las principales, las cuales formaban un patrón de cuadrícula que se utiliza mucho en las ciudades.
Varios poblados en Europa surgieron a partir de campos militares romanos y hasta el día de hoy muestran rasgos de sus modelos originales (por ejemplo Castres en Francia, Barcelona en España) lo empleado por los colonos españoles en américa, el "tablero" de 7 manzanas de 100m por lado con una Plaza de Armas en el centro cerca de un río y de una colina defendible, siguiendo estrictas normas impuestas por la monarquía española para la fundación de nuevas ciudades en el Nuevo Mundo.
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